PRACTICAS DEL LENGUAJE
ACTIVIDAD I --5TO "a"
1-lee el siguiente cuento de humor
POBRECITO EL AGUARA
autora: graciela, cabal
Pobrecito el aguará Bicho buenísimo el
aguará-guazú. Medio timidón. Sin embargo, de él se dicen cosas terribles. Se
dice, por ejemplo, que el aguará-guazú no es un animal sino persona, humano. Un
humano —el séptimo hijo varón de cualquier familia— que cada tanto, entre
vueltas carnero, se convierte en temible lobizón. (…) Pero son puras patrañas.
¡Qué va a ser lobizón el aguará! Y se los digo yo que, en mi propia casa del
barrio de San Cristóbal, tuve un aguará-guazú. (…) Resulta que a mí se me había
muerto mi perra. Y yo estaba tan triste que ni ganas de tomar mate tenía —con
lo que me gusta el mate—; ni fuerzas para sostener la regadera —con lo que me
gusta regar las plantas. “Si no hago algo, me voy a morir de pena”, pensé. “Necesito
un cachorrito”. Y me fui a M.A.P.A., donde hay gente que abandona perros y
gatos, y gente que va a buscar perros y gatos, porque así es la vida. Esta vez
muchos perros no encontré, es cierto. Pero en una jaula, solito su alma, con
cara de desgraciado, y un cartel que decía “LAGUNA DE IBERÁ / CORRIENTES” y
otro cartel que decía “¡¡NO DAR!!”, había un cachorrito colorado y orejudo. El
cachorrito me miró y yo lo miré al cachorrito. Es sabido que soy una persona
viva, vivísima. Así que pensé: “A este no lo quieren dar porque es el más lindo
de todos. Sí, sí, cómo no… ¡A mí me van a engañar…!”. Haciéndome la distraída y
tratando de que nadie me viera, me acerqué a la jaula, arranqué el cartel de
“¡¡NO DAR!!” y lo hice un bollito. Después, abrí la puerta de la jaula, metí la
mano y agarré al orejudo. Enseguida intenté poner cara de señora seria, buena,
respetable (me costó pero lo conseguí) y dirigiéndome a una señorita de blanco,
dije: —Una consulta para el veterinario, si es tan amable. Pero nunca entré al consultorio
del veterinario… (¿y si me sacaban al cachorrito?). Caminando para atrás, con
dos orejas que asomaban de la cartera, me fui de M.A.P.A. —¡Oia! ¿De dónde
sacaste ese perrito tan raro? —dijeron los aguafiestas de mi casa al verme
llegar lo más contenta. —Yo no le noto nada raro a “Lobo” —dije yo,
completamente ofendida. —¿“Lobo”? —se rieron los aguafiestas—. Mucho nombre
para tan poco perro. —¡Groseros! —dije yo. Y con el perrito bajo el brazo, me
retiré a mis habitaciones (es decir: a la otra habitación). ¿“Poco perro”
habían dicho? Ja, ja… “Lobo” empezó a crecer y en la casa entraron a mirarlo
con respeto. Y yo tuve que poner en la puerta un cartel que decía “CUIDADO CON
EL PERRO”. No porque “Lobo” fuera malo, pobre angelito. Sino porque era enorme,
bruto, juguetón… y raro (en esto algo de razón tenían en mi casa). Cuanto más
crecía, más raro era. Lindo, pero raro. Lo que más llamaba la atención eran sus
larguísimas patas, y también sus orejas, que él movía de allá para acá y de acá
para allá. Aguafiestas: malhumorado cascarrabias pesimista ¿Cuál es el
significado más apropiado.El lío grande fue cuando empezó el olor. Olor siempre
había tenido, desde cachorrito. Pero EL OLOR, lo que se dice EL OLOR… Un olor a
tapir, a elefante, a manada de elefantes, le llegó con el crecimiento. Y eso
que perro más bañado que “Lobo” dudo mucho que exista. Y no solo en la
República Argentina, sino en el mundo entero, se los puedo jurar. Llegué a
bañar a “Lobo” todos los días. Y probé cuanto producto especial mostraban por
la tele. Pero nada. Más lo bañaba, más olor tenía a tapir, a elefante, a manada
de elefantes. Fue por esa época que empecé a quedarme sin amigos. Es cierto que
algunos me hablaban por teléfono, pero venir, no venía ni el loro. La gente de
la casa, al principio, aguantó a pie firme. Porque todos lo querían a “Lobo”,
desgracia humana. Y “Lobo” también nos quería a todos, suerte perra. Pero
después de un tiempo, los de la casa no soportaron más. Y primero uno, después
otro y otro, se fueron en busca de nuevos horizontes. Y nuevos aires. En casa
solo quedábamos “Lobo”, yo y el padre de mis hijos, que a raíz de una sinusitis
crónica tiene poco olfato. Poco, pero algo tiene. Por eso un día… —Volveré
cuando él se haya ido —dijo señalando a “Lobo” y con voz gangosa el padre de
mis hijos. (La voz gangosa le venía del pañuelo con que el padre de mis hijos
se tapaba la nariz). Y entonces nos quedamos solos: “Lobo” y yo. Y los dos nos
pusimos a llorar. Bueno, la que lloraba era yo. “Lobo” aullaba para el techo, porque
traspasando el techo estaba la luna. Fue justo en ese momento cuando sonó el
timbre del teléfono. Era mi amiga Nora. —Voy para allá en un taxi —dijo cuando
oyó mis llantos, y los aullidos de Lobo. —No vas a resistir —le dije llorando a
gritos—. El olor te matará y vos sos mi amiga del alma. —No será para tanto
—dijo ella, la inocente. ERA PARA TANTO… Abrí la puerta, “Lobo” corrió a
hacerle fiestas a Nora y Nora huyó al baño. Desde el baño gritó aquello que
nunca olvidaré: —¡¡ESE PERRO NO ES PERRO!! ¡¡ES AGUARÁ-GUAZÚ!! (¿Debo decir que
mi amiga Nora es experta en aguará-guazú de tanto dibujarlos en el zoológico?
Está bien, lo digo…). Cuando me separé de “Lobo”, antes de que él emprendiera
viaje hacia la laguna de Iberá, lloré casi tanto como cuando se me murió mi
perra. Y lo abracé fuerte —qué me importaba el olor—, y él me abrazó a mí con
sus patas larguísimas y me tiró al suelo de puro cariñoso y yo le hice
cosquillas en la panza… Por eso digo: ¡Qué va a ser lobizón el aguará! Si es
bicho buenísimo, y se come los ratones y las víboras que están de más. ¡Ah! Y
para aquellos que maten un aguará por miedo o por la pielcita o por gusto de
matar, les dejo esta maldición gitana, que no me acuerdo si la oí, la soñé o se
me ocurrió a mí sola: “El que mata un aguará su fortuna perderá…”. Así que…
¡ojito!
Graciela Cabal, Cuentos de
miedo, de amor y de risa (2008).
Buenos Aires:
Grupo Editorial Norma.
ACTIVIDADES
11- 1-¿Quién cuenta la historia?
¿Cómo se dieron cuenta? ESCRIBAN.
2- 2- Comenten, entre todos: ¿qué les resulta más gracioso
del cuento y por qué?
3-
3-El Movimiento Argentino de Protección al
Animal (cuyas siglas son M.A.P.A., como aparece en el cuento) tiene por
finalidad proteger y defender a los animales. ¿Por qué creen que un aguará-
guazú estaba allí? Conversen y compartan sus opiniones.
4- 4-¿Cómo es el olor de “Lobo”?
Busquen en el texto la frase que se usa para describirlo. Imaginen cuáles son
los productos especiales que la narradora ve en la tele y le pone a su mascota.
Elijan uno, enumeren algunas de sus características y escriban las
instrucciones para utilizarlo correctamente
5- 5-La protagonista se define
como una persona “viva, vivísima”. ¿Están de acuerdo? Expliquen su punto de
vista.
6- 6- En el cuento hay una
maldición para que nadie se anime a lastimar a los aguaráguazú. ¿Cómo sería un
hechizo para proteger a las ballenas, al orangután o a otro animal en peligro
de extinción? Gangoso: con voz aguda nasal ronca ¿Cuál es el significado más
apropiado?
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